Bien es cierto que Pamplona, la ciudad en la que he vivido, y Kahosiung, la ciudad en la que actualmente resido, distan mucho. Esta distancia no es sólo física, sino también cultural o de forma de pensar o enfocar la vida.
En Kahosiung es sorprendente como la juventud se esfuerza por aprender, realmente quieren aprender ya sea idiomas o incluso aprender de gente extranjera, que como yo llega a su ciudad. En España somos un poco más dejados y preferimos el "carpe diem" que el seguir una rutina disciplinada. ¿Pero acaso estas mismas diferencias, en menor escala, no las notamos entre las diferentes comunidades españolas?
Me quiero referir a ese sentido tan humano como es el de identificarse con algo, alguién, sentirte orgulloso de tu tierra. El ejemplo más actual de este caso es lo que ha ocurrido en España con la formula 1 y Fernando Alonso, aunque también podríamos acordarnos del ciclismo y Miguel Indurain. Habrá gente a quién le guste más o menos, o nada, Fernando Alonso. Lo que no se puede negar es que hace cuatro o cinco años en España la fórmula 1 no era un deporte tán seguido como lo es ahora.
Este mismo sentimiento lo he percibido aquí en Kahosiung aunque el deporte es la liga de baseball norteamericana y la persona que han erigido como representante de Taiwan y los taiwaneses/as se apellida Ming. Es exáctamente el mismo fenómeno.
Por tanto todos los seres humanos somos parecidos con independencia de la fachada que tengamos y del lugar en el que vivamos.
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